Foi hoje anunciado o falecimento do escritor alemão, prémio Nobel da literatura, Günter Grass.
Era um dos mais lúcidos intelectuais alemães e ainda há pouco tempo, em Fevereiro passado, numa das suas últimas entrevistas, dadas a um jornal alemão, alertava para a falta de liderança da Europa, criticando a postura de Angela Merkel e avisando que já vivíamos na IIIª Guerra Mundial, uma guerra de caractaristicas diferentes, que se desenrolava nos bastidores do poder financeiro e usando o poder da internet:
Günter Grass: a III Guerra Mundial já começou - Globo - DN (clicar para ler).
Günter Grass teve fortes ligações com Portugal, como o recorda o jornal Público AQUI.
Uma faceta menos conhecida do escritor é o seu trabalho como desenhador. Aliás, a sua formação inicial foi na àrea da escultura e do desenho.
Podem Aqui ver alguns dos seus trabalhos.
Alguns dados sobre a sus biografia estão bem sintetizados no artigo hoje publicado pelo diário espanhol El País que pode ser lido AQUI.
Em sua homenagem aqui deixamos a tradução espanhola de um dos seus últimos e mais controversos poemas, publicado em 2012:
Lo que hay que decir
Por qué guardo silencio, demasiado tiempo,
sobre lo que es manifiesto y se utilizaba
en juegos de guerra a cuyo final, supervivientes,
solo acabamos como notas a pie de página.
Es el supuesto derecho a un ataque preventivo
el que podría exterminar al pueblo iraní,
subyugado y conducido al júbilo organizado
por un fanfarrón,
porque en su jurisdicción se sospecha
la fabricación de una bomba atómica.
Pero ¿por qué me prohíbo nombrar
a ese otro país en el que
desde hace años –aunque mantenido en secreto–
se dispone de un creciente potencial nuclear,
fuera de control, ya que
es inaccesible a toda inspección?
El silencio general sobre ese hecho,
al que se ha sometido mi propio silencio,
lo siento como gravosa mentira
y coacción que amenaza castigar
en cuanto no se respeta;
“antisemitismo” se llama la condena.
Ahora, sin embargo, porque mi país,
alcanzado y llamado a capítulo una y otra vez
por crímenes muy propios
sin parangón alguno,
de nuevo y de forma rutinaria, aunque
enseguida calificada de reparación,
va a entregar a Israel otro submarino cuya especialidad
es dirigir ojivas aniquiladoras
hacia donde no se ha probado
la existencia de una sola bomba,
aunque se quiera aportar como prueba el temor...
digo lo que hay que decir.
¿Por qué he callado hasta ahora?
Porque creía que mi origen,
marcado por un estigma imborrable,
me prohibía atribuir ese hecho, como evidente,
al país de Israel, al que estoy unido
y quiero seguir estándolo.
¿Por qué solo ahora lo digo,
envejecido y con mi última tinta:
Israel, potencia nuclear, pone en peligro
una paz mundial ya de por sí quebradiza?
Porque hay que decir
lo que mañana podría ser demasiado tarde,
y porque –suficientemente incriminados como alemanes–
podríamos ser cómplices de un crimen
que es previsible, por lo que nuestra parte de culpa
no podría extinguirse
con ninguna de las excusas habituales.
Lo admito: no sigo callando
porque estoy harto
de la hipocresía de Occidente; cabe esperar además
que muchos se liberen del silencio, exijan
al causante de ese peligro visible que renuncie
al uso de la fuerza e insistan también
en que los gobiernos de ambos países permitan
el control permanente y sin trabas
por una instancia internacional
del potencial nuclear israelí
y de las instalaciones nucleares iraníes.
Sólo así podremos ayudar a todos, israelíes y palestinos,
más aún, a todos los seres humanos que en esa región
ocupada por la demencia
viven enemistados codo con codo,
odiándose mutuamente,
y en definitiva también ayudarnos.
Fonte: El País, 4 de abril de 2012
Tradução de Miguel Sáenz
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